viernes, 29 de julio de 2011

“Los consejeros independientes aportan mucho en visión global y externa a la empresa, y pueden ser de gran ayuda en la planificación internacional”

Entrevista a Dª. Isabel Estapé Tous con motivo de la Conferencia-coloquio “El papel de los consejeros independientes en los Consejos de Administración”,  coorganizada por la en la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros y el Ilustre Colegio de Notarios de la Comunidad Valenciana el 14 junio de 2011


Isabel Giménez Zuriaga.- ¿Cuál es su visión de la figura del Notario en la sociedad española actual?

Isabel Estapé Tous.- El Notario siempre ha sido un testigo privilegiado y sufridor de la realidad cotidiana. Si en los años de bonanza económica hemos sido testigos de grandes transacciones empresariales, en la actualidad asistimos a la desaparición de otras muchas, y esta situación nos preocupa porque nos muestra la dureza de la crisis actual. A escala social, también somos testigos de cómo la familia ha dejado de ser tal y como estábamos acostumbrados a vivirla en España, y aparecen otras fórmulas alternativas  madurez de una sociedad, como la educación o el cuidado de nuestros mayores. Este tema también nos preocupa por los conflictos que van a surgir en un futuro muy próximo. Frente a todos estos cambios, el Notario es un profesional de gran ayuda, que aporta, además de magisterio y oficio, sensatez, y sin el que muchas personas y empresas estarían excluidas socialmente, por no entender las leyes ni saber cómo enfrentarse a los problemas civiles y mercantiles.

IGZ.- Tras la lectura de su curriculum, sin duda, destaca su carácter pionero, dado que Vd. ha sido una de las primeras Agentes de Cambio y Bolsa de España, y la primera Académica de Ciencias Económicas y Financieras. ¿Se ha sentido discriminada a lo largo de su trayectoria profesional por razones de sexo?

IET.- Nunca me he sentido discriminada, más bien al contrario, el entorno profesional en el que me he movido ha resultado aséptico y meritocrático, primando los valores y la valía de las personas, no su sexo. De hecho, no creo que resulten adecuadas las imposiciones en el ámbito público ni en el privado, ni para las instituciones ni para las empresas; más bien defiendo que se valore la capacidad de gestionar, de aportar valor y de cohesionar los equipos. Dados los resultados académicos de que he sido testigo en la Universidad, asistiremos a un protagonismo creciente de las mujeres en todos los ámbitos (institucional, académico y empresarial), y no precisamente por la ley de cuotas, sino por mera estadística.  

Además de ello, las mujeres disponemos de una especial sensibilidad para determinados temas sociales y de equidad de los que muchos hombres no disponen. Cabría citar la novedad del tema que elegí para mi Discurso de Ingreso a la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras: “El fin de la pobreza: reto de todo economista” en un entorno académico en el que se encuentran los principales economistas españoles, pero que a lo largo de sus 60 años de historia no se había mostrado especialmente interesado en investigar este tema.

IGZ.- ¿Qué le parece el hecho de que se incorporen mujeres por exigencias de sexo a los Consejos de Administración de las empresas cotizadas en España?

IET.- Creo que este tema ha pasado de ser anecdótico a formar parte de una tendencia. No veo necesidad alguna de alcanzar la paridad por imposición, dado que se entra en dinámicas perversas, y las estigmatizaciones no son buenas para nadie. Conviene destacar, por ejemplo, que la composición de los sindicatos, actualmente, no tiene exigencias de paridad parecidas a las de las empresas cotizadas.

Ahora bien, y con las cautelas que necesariamente incorpora toda generalización, alabo la incorporación de la mujer a los Consejos en pro de la pluralidad.

Las mujeres, además, somos multitarea, y mejores gestoras (mucho menos atrevidas en épocas de bonanza económica y menos pesimistas en situaciones de crisis). Actualmente existen muy pocas consejeras, pero en un futuro próximo contaremos con muchas más, como he explicado antes por ley de vida porque son muchas más las que estudian.

Y en la sociedad actual, la gestión del presupuesto familiar es compleja, como estamos viendo en estos días, debido a la crisis económica, y la austeridad, la cohesión y el optimismo son valores en alza, y ni que decir tiene que estos son los valores en los que la mujer es siempre protagonista.

IGZ.- Las reglamentaciones basadas en traducciones de conceptos que obvian el contexto cultural no suelen ser buenas. ¿Qué opinión le merece, en términos generales, la figura –anglosajona- del consejero independiente en su traslación a las empresas cotizadas en España?

IET.- Efectivamente, el papel de consejero independiente se ha visto pontificado en distintos medios, y se le ha concedido demasiada relevancia en los últimos tiempos, produciéndose además, por imperativos legales, un cierto abuso en su denominación y deficiencias en su adscripción a la realidad empresarial española, con la propiedad del capital más concentrada, y gran presencia de consejeros dominicales. Un tercio de los actuales consejeros “independientes” son exconsejeros ejecutivos y jubilados, mientras que la segunda profesión de la que más se nutren los consejos es el mundo académico, incorporando grandes personas e intelectuales, pero que si su vida profesional se ha circunscrito a las aulas, no tienen por qué tener una visión estratégica ni empresarial.

Además de ello, es muy difícil ser independiente cuando se depende de la retribución de la propia compañía, y la duración de los mandatos no puede exceder un periodo razonable de años, a partir de los cuales, la independencia de juicio y ánimo pueda verse lastrada.

Una buena solución conciliadora sería que estos consejeros cobraran en acciones de la empresa a cuyo consejo pertenecen, con cláusulas temporales de mantenimiento en la propiedad de dichas acciones, y sin confundir su misión con la de los dominicales.

IGZ.- ¿Podría ofrecernos una valoración de las actuales normas de gobierno corporativo vigentes en la bolsa española?

IET.- Las normas de gobierno corporativo vigentes en España han hecho madurar a los órganos de gobierno de las empresas cotizadas, al tiempo que priman la defensa de los derechos de los pequeños accionistas; sin embargo, una inflación de imperativos legales, puede dificultar el funcionamiento empresarial. A veces, además del contenido de la normativa, es importante conocer y compartir “el espíritu” de dicha normativa, porque puede no haber tenido en cuenta a todos los stakeholders, y si éstos no se sienten partícipes, difícilmente lo aplicarán. Si un Consejo de Administración no se cree el Código Compartido, aunque cumpla con los parámetros legales y explique pormenorizadamente aquéllos que no cumpla, puede estar dañando el futuro de la empresa y, por ende, a sus accionistas. El hecho de que sea coercitivo, tampoco ayuda.

En este sentido, la normativa de buen gobierno vigente en España resulta excesiva, y sus redactores pueden generar un sobrecoste y su cumplimiento requerir la dedicación de un departamento. Este es el caso, por ejemplo, de la elaboración obligatoria de un Informe Anual de Gobierno Corporativo. Su cumplimentación en plazo no garantiza, strictu sensu, una mayor salvaguarda de los derechos de los accionistas.

IGZ.- ¿Qué supuso para Vd., después de haber pasado por los Consejos de Administración de la Bolsa de Madrid y de la Bolsa de Barcelona, la incorporación al Consejo de Administración de Caixacorp?

IET.- La llamada de D. Isidro Fainé, gran presidente, para incorporarme al excelente equipo de Caixacorp, supuso, sin duda, un voto de confianza hacia mi persona, así como una valoración positiva de mi experiencia académica y profesional previa; por todo ello, además de afrontar un gran reto, me hizo gran ilusión. No sólo por las posibilidades que ofrecía el acceso a un equipo de grandes profesionales con visión estratégica, sino también por la posibilidad de aportar mi granito de arena a las empresas participadas, todas ellas de gran potencial, y con presencia en sectores tan apasionantes como el de la energía o las telecomunicaciones. En palabras de su Presidente, además, le garanticé mi compromiso por hacer que se cumpliera la ley en el quehacer del consejo de administración.

En el caso de Caixacorp, se ha querido ir un paso más allá del imperativo legal, y además, los independientes presiden las dos comisiones troncales de cualquier Consejo de Administración de empresa cotizada, la de nombramientos y retribuciones, y la de auditoría, supervisando al equipo directivo.

IGZ.- ¿Cómo ven desde Caixacorp el proceso de reestructuración del sector financiero español?

IET.- Lo vemos con preocupación, porque a nadie le gusta que su sistema financiero se revise a fondo. Sin embargo, desde Caixacorp lo vemos a una distancia prudencial, desde la seniority que supone el liderazgo, y el haber hecho los deberes no sólo a  tiempo, sino bien ejecutadas tras haber transformado la caja en banco, y contar con un nivel de solvencia financiera que la sitúa como la primera institución financiera de España como banco minorista, y con un core capital cercano a 11.  El cambio de nombre ha sido una jugada maestra, que ha contado con el refrendo del mercado. Buena prueba de ello es que la acción de Criteria se ha revalorizado un 20%.

IGZ.- Desde el punto de vista del gobierno corporativo, ¿qué puede aportar un notario a un Consejo de Administración?

IET.- La sociedad actual está demasiado acostumbrada a la improvisación; después lo pagamos caro. Desde el punto de vista del gobierno corporativo, sería estupendo contar con un notario en cada consejo para disponer de una voz claramente independiente, interesada en cumplir la legalidad y que no tenga miedo a decir la verdad, o a oponerse, llegado el caso, a las propuestas del presidente del Consejo, o del equipo directivo. 

IGZ.- ¿Cómo podría mejorar el procedimiento de selección de los consejeros independientes en España?

IET.- Estoy en contra de la forma habitual de elección en España de los consejeros independientes, por contaminar su posible “independencia”: No puede ser que siga correspondiendo su selección a los ejecutivos de la empresa, y que deban tener afinidad con la dirección. Pese a todo, hoy por hoy, el número de independientes en la bolsa española es todavía bajo (apenas de un 30/40%), y además, difícilmente se puede ser independiente en un Consejo si no se dispone de un salario suficientemente alto como para cubrir bien las espaldas al consejero a la hora de discrepar del mainstream (la alta dirección, siempre presente en el Consejo).

Los consejeros independientes aportan mucho en visión global y externa a la empresa,  y pueden ser de gran ayuda en la planificación internacional.

IGZ.- ¿Qué opina de la reforma de gobierno corporativo recientemente anunciada por el presidente de la CNMV, a partir del último código corporativo, actualmente vigente para las empresas cotizadas?

IET.- Mi recomendación personal para todos aquellos que tengan la difícil misión de reformar la legislación de gobierno corporativo vigente en España es el de que prevalezca el sentido común y se aborde de forma dialogante con las empresas cotizadas. El gobierno corporativo está muy bien, pero en pequeñas dosis. Si se pierde la proporcionalidad, por no hacer un sano ejercicio de evaluación del coste-beneficio, caeremos en la sobreregulación, perjudicial en tiempos de bonanza, pero letal en medio de una crisis.

IGZ.- Además de ser consejera independiente, Vd. fue también Presidenta de una Asociación de Minoritarios ¿Cuál es su percepción del punto de vista de los minoritarios acerca de la bolsa en España?

IET.- En España ha habido muy poca tradición bursátil. Y además, ha habido un gap entre el desarrollo económico y  la educación. La bolsa siempre ha tenido mala prensa (recientemente lo hemos visto con el movimiento 15M), y el español siempre ha preferido invertir en ladrillo… cuando ha invertido en bolsa, lo ha hecho a través de intermediarios o fondos. Y además, la sociedad civil en España está muy adormecida. Y no puedes plantearte defender al minoritario sólo cuando vienen mal dadas. El planteamiento debe ser sostenible y de largo plazo, no de acogimiento temporal.

IGZ.- A la hora de ayudar a los empresarios españoles a hacer una valoración de la salida a bolsa, ¿cuál cree que es la principal ventaja para las empresas cotizadas?

IET.- Sin lugar a dudas, la salida a bolsa es una verdadera prueba de fuego para las empresas, y requiere de un previo consenso en su Consejo de Administración. Las empresas del IBEX35 han podido abordar sus procesos de internacionalización gracias a disponer de suficiente liquidez para cotizar. Y más recientemente, durante un periodo en el que las entidades financieras han restringido el volumen de créditos concedidos a empresas, las que han accedido al MAB-EE han podido aumentar su notoriedad, al tiempo que sus cifras de negocio, gracias a someterse al escrutinio de pequeños accionistas que confiaron en sus proyectos. La bolsa es una alternativa de financiación frente a otras posibilidades más tradicionales, como la financiación bancaria, que puede resultar irritante, pero que supone un gran cambio para los accionistas fundadores y el equipo gestor. Mas allá del dinero que se reúna con la operación corporativa, la notoriedad, el prestigio, la profesionalización de su equipo directivo, y la transparencia y comparabilidad internacional suponen un valor añadido digno de ser tenido en cuenta.

La apertura del capital y del Consejo de Administración suponen, además, un cambio mediante el cual la empresa puede, no sólo intensificar su crecimiento, sino también, virar hacia donde le exija un entorno cada vez más exigente.

IGZ.- Además de sus múltiples ocupaciones, hace un año Vd. creó una Fundación, la Fundación Rojas-Estapé junto con su marido, el reconocido psiquiatra D. Enrique Rojas ¿Cuál es su impresión personal sobre esta labor de mecenazgo, y cómo cree que puede afectar al tercer sector la crisis económica, dadas las características de la sociedad civil española?

IET.- La Fundación Rojas-Estapé abrió sus puertas en Fuenlabrada, en el sur de Madrid. Ofrece atención médica a sujetos afectados por trastornos de la personalidad, y de forma especial, a personas jóvenes carentes de medios económicos, así como a aquellas otras que son víctimas de maltratos o afectados por carencias de índole familiar. Es una de las labores más gratificantes, a la que dedicamos todos nuestros esfuerzos, con gran ilusión y empuje. Ahora bien, desde el punto de vista de las instituciones, sorprendentemente, hemos encontrado grandes trabas a la hora de desempeñar nuestra labor, y este tipo de inconvenientes resultan especialmente dolorosos, porque te das cuenta cómo la tarea llevada a cabo desde las innumerables instituciones presentes en el tercer sector, puede verse dificultada por una administración pública poco sensible con la dedicación de estas entidades, y que con su recelo, mina el entusiasmo que todas estas causas, necesariamente, requieren para sobrevivir.

Entrevista publicada en el Boletín Informativo de la FEBF

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